En la imagen, vemos un ejemplo de puro marketing "low cost" del Restaurante Pasilda en Madrid. La propietaria del restaurante no se ha complicado mucho pero el anuncio es efectivo y llama la atención de lo cutre que es. El problema que le veo es la fragilidad del material con el que está hecho.
Está claro que todo vale para vender.
Está claro que todo vale para vender.
1 comentario:
Jajaja! A mi me hace mucha gracia la idea :)
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