Mis peores pesadillas están relacionadas con los exámenes. Hace tiempo tenía un sueño recurrente: que no apruebaba la carrera porque me quedaba una una asignatura pendiente. En las pruebas siempre me puse nervioso, no supe prepararme ni acertar (bueno algunas veces sí), no conseguía concentrarme. Y es que la vida está llena de exámenes. Nos examinamos desde muy pequeños cuando nos aprueban o reprueban por algún acto: “eso está bien”. Nos examinamos constantemente, incluso nos auto-examinamos. Los momentos de una vida se dividen por exámenes: en el colegio, la selectividad, la universidad, el trabajo,
Fuente: Exámenes a Examen, El País.
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