Una mañana como otra, el pasado lunes para ser más exactos, Alberto, ejecutivo de una gran multinacional, Antonio parado y aspirante a un puesto y Roberto, reportero gráfico no se levantaron a la hora que tenían establecida en las alarmas de sus teléfonos iPhone 4. Y así tantos y tantos usuarios del teléfono de la manzana. Parece ser que el teléfono "inteligente" había detectado el cambio de hora (las tres de la madrugada pasaron a ser las dos) pero no funcionó la alarma que tenían programada. Con lo que Alberto, el ejecutivo, llegó tarde a la importante reunión con un cliente finladés, Antonio el desempleado perdió cualquier posibilidad de que le contrataran por llegar tarde a una entrevista, y Roberto el reportero no llegó a cubrir una importante rueda de prensa. En fin, los riesgos de la vida 2.0.
P.D. Si alguien ha tenido este problema puede resolver sus dudas accediendo aquí.
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