lunes, 5 de abril de 2010

Primavera, Ipad, y otros aparatos.


Según el pegadizo estribillo de uno de las canciones de De la Fé y las Flores Azules, la primavera ha llegado a la ciudad. Y con el inicio de la primavera, llega el buen tiempo, las gafas de sol, el paseo por el parque. Para los reporteros más jóvenes, esto supone poder salir, jugar y luego también poder dormir mejor, para la alegría de sus padres.

También ha llegado (por el momento sólo a EEUU) el Ipad, esa tableta que está dando tanto de qué hablar y que sin ningún marketing (únicamente el boca-oreja y la presentación por todo lo alto del bueno de Steve) ya ha superado todos los récords en venta con grandes colas, multitudes, etc(700.000 Ipads vendidos el primer día) y miles de comentarios en blogs. Para comentarios interesantes, el post de David Pogue en NYT puede ser una buena lectura. También me interesó la visión de Enrique Dans, el que asegura que el fenomeno del Ipad, su lanzamiento, sus consecuencias, puede ser muy interesante. En Twitter, parece que Martín Varsavsky ya lo ha probado y dice que pesa más que un Mac Book Air. Según casi la generalidad de los usuarios, se trata de un producto de lujo, de gama alta, que sirve para pocas cosas comparado con un PC, que tiene poca conectividad (no tiene conexión usb, no tiene memoria flash así un motón de "no tienen") según un periodista de NYT que ha probado el cacharro, le ha parecido demasiado capricho, y lo ha devuelto.

Como dice un autor (H.D. Thoreau), "malgastamos nuestra vida con muchos detalles(que si el cargador de la cámara, del móvil, que si me descargo la película para el viaje-añado yo), ¡simplifica simplifica, simplifica!"

Está claro que hay que la mayoría no necesitamos el Ipad así como otras tantas cosas. Así que a simplificar!


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