viernes, 23 de enero de 2009

El día a día según el portero de mi oficina

Es práctica habitual en las oficinas de muchas partes de España que exista un portero salado que suele comenzar su horario en el turno de tarde-noche al que tú solo ves cuando te vas a casa. Se trata de un personaje, en el caso de la redacción, entrañable que siempre y digo siempre tiene previsto un chascarrillo a la hora en que dejas la oficina:


Los lunes, comenzamos la semana animados, con el clásico “Cómo cuesta arrancar la semana. Ya dentro de nada, viernes.” A lo que casi siempre respondo “Animo!”


El martes, sin ningún tema en concreto que tratar, te dice “Bueno, qué, ya hemos acabado por el día de hoy? Ahora a casita” a lo cual tu replicas cansado “Efectivamente! Ahora me toca parte del trabajo en casa”. Principalmente, sabes que llegas a plato servido, con los niños bañados, la cena preparada, en fin, todo incluido, pero algo tienes que decir a él que trabaja por la noche.


El miércoles, pues ya queda menos para el jueves y el viernes.


El jueves es el día crucial, ya que estamos ya atisbando el fin de semana con relativa seguridad. Está ahí, se le puede ver asomando la cola, ya quedan pocas horas para el día D. El comentario por lo general sigue en relación con el que ya queda menos para el viernes,añadiendo algún off topic como; que menuda viene la crisis, que qué frio hace para ir en moto, etc.


El viernes el chascarrillo final con un: “Bueno, por fin es viernes!”.

Este tipo de profesionales nos hacen más agradable nuestros días grises de oficina, y nos recuerdan que la vida es un ciclo, que los fines de semana son Oro y que más vale un portero simpático que uno automático.

1 comentario:

Anónimo dijo...

por lo menos a usted no le cuenta chistecitos