COMER UN BUEN MELÓN Y SENTIRSE CONTENTO

Mañana de mediados de Septiembre en Madrid. Se nota que los colegios van comenzando el curso porque ya se ven por las calles los primeros estudiantes adormilados que caminan junto a su padre, madre o acompañante al uso. Con la bajada de temperatura, aprovechamos para acercarnos al Mercado, en donde algunos puestos están abiertos. El Frutero, llamémosle Juan, nos pregunta amablemente cómo está la familia mientras va introduciendo en una bolsa la fruta. A sus espaldas, figura el cartel de la foto. Parece que el mensaje (la felicidad que te aporta el comer un melón) funciona ya que lleva mucho tiempo puesto en la frutería y hasta el día de hoy permanece intacto (Arriba la poesía callejera! Abajo las grandes campañas publicitarias!).