martes, 15 de septiembre de 2009

PEQUEÑOS RITOS MATUTINOS


Desde la calle casi ni se ve. Es una pequeña peluquería “de caballeros” de las de toda la vida con un nombre extraño situada en la calle Ferraz de Madrid. El personal se resume en un solo peluquero que te habla de mil y una historias, comenta, compara, contrasta y analiza todo al ritmo de la tijera. Antes de mí, un cliente pagaba al peluquero y le comentaba: “Pues nos vemos el próximo mes!” Eso me recordó a la película Gran Torino en la que Clint Eastwood va a su peluquero al que asiste cada 15 días.

El ritual del corte de barba, por el que estaba ahí, es cuanto menos gracioso. El peluquero coge una gasa, la impregna de una agradable loción, y la expande sobre los ojos del cliente. Una vez el cliente permanece “ciego”, comienza a cortar con mucho cuidado. Se lo recomiendo!

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