Mostrenco Rodríguez, asiduo lector de este Magazín digital, nos cuenta su experiencia después de haber superado una crisis existencial que casi le cuesta su vida.
Creemos que todos podemos aprender de su experiencia "Off-line" y sacar una lectura positiva de todo esto. He aquí su fragmento, traducido del Húngaro, lengua materna de nuestro amigo:
"Se trataba de pasar un puente tranquilo en el campo. Como se dice vulgarmente, desconectar. Parecía que iba a ser fácil, pero en el camino, de repente me di cuenta que quizás mi ipon no iba a funcionar tan lejos del mundanal ruido (la señal del 3G no iba a llegar, ni la del 2g ni lal 1g...). Me temblaron las piernas, se me quebró la voz y con expresión de pánico, terror, estrépito musité:
Tres días enteros sin Internet!
Tal era mi sofoco que tuvimos que parar a tomar algo a una de esas gasolineras en donde por su puesto no había ni banda ancha o delgada ni zona wifi (hay que ver cómo está este país! mucho Plan Avanza pero las gasolineras que se pudran). Intenté tranquilizarme, tomándome una Redi Cola (el refresco sensación del momento en el mundo virtual).
Así poco a poco me conciencié de que el apagón tecnológico que iba a ocurrir en mi vida no iba a empeorar mi actual presencia en la red. Podría aguantar sin publicar nada en el blog? Y sin twittear, leer noticias, blogs, comprar entradas, cibercotillear en facebook?
Sabía muy dentro de mí que podría lograrlo, que iba a ser díficil al principio pero que iba a merecer la pena. Poco a poco, se fueron pasando los mareos, la jaqueca, el temblor de manos....
Y pasaron uno y dos días y me iba encontrando mejor. La vida parecía ser más simple sin . Ahora, transcurrido el tercer día desconectado, estoy aquí en casa totalmente recuperado pensando si encender el ordenador y ponerme a redactar esta misiva. Pero, qué carámbanos! Era un hecho histórico y había que contar que hay una vida más allá de la Red. Entonces, enciendo el ordenador, abro el explorador del zorrito de fuego y comienza, otro día más, mi humilde rutina Online."
1 comentario:
no creo que yo fuera capaz de aguantar tres días, francamente
Publicar un comentario